Manuel Navas. President de la FAVSabadell ARTICLE D’OPINIÓ
Para avanzar hacia un mundo de personas “socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres” que diría Rosa de Luxemburgo o conforme con lo que disponen los Derechos Humanos, es imprescindible acabar con maldades e injusticias flagrantes: con la hambruna, que cada día mata a más de 30.000 personas; con la conculcación de derechos de la mitad de la humanidad por razón de género; con el cortoplanismo esencialista-supremacista y la polarización social que fomenta la extrema derecha 2.0; con la destrucción del planeta por mor de un loco desarrollismo sin fin; con el narcotráfico, la trata de blancas y el comercio de armas; con la brutal desigualdad social-económica; con las causas de migraciones forzadas (hambre, guerras y represiones); con la división del mundo en bloques económicos; con los paraísos fiscales; con las fronteras; con las manipulaciones y manipuladores, para lo cual, es necesario un gobierno mundial con competencias y recursos para legislar e imponer leyes en pro del bien de la humanidad y del planeta. El rol que debería cumplir la ONU y no lo hace.
Mientras tanto, buena parte de los países avanzan hacia una peligrosa deriva democrática de la que España no es ajena si nos atenemos a la judicialización de cualquier ley mínimamente progresista y el lenguaje barriobajero que determinados parlamentarios hacen gala en el Congreso que nada tiene que ver con la legítima crítica política. Una situación que solo es posible contrarrestar con más democracia actuando para: hacer efectivo el derecho a la vivienda, trabajo y pensiones dignas; poner fin al escandaloso e inadmisible partidismo del poder judicial; enterrar la ley mordaza; acabar con las corruptelas de determinados políticos; terminar con tragedias como las de la frontera con Marruecos y las pateras; obligar al retorno de los 60.000 millones que recibieron las entidades bancarias; frenar los obscenos beneficios de empresas de gas y electricidad y bancos; situar en la hoja de ruta la decisión popular sobre monarquía o república; fijar el precio social de alquileres; poner en valor el vivir en un Estado plurinacional; un desarrollo progresista-social de la CE78; Tareas en el haber del Congreso, como responsables del bienestar de la ciudadanía y de construir un Estado social y democrático de derecho consecuente y combatir lo que menoscabe ese objetivo y a quienes no aceptan la democracia.
Un contexto que, con sus particularidades, afectan a Catalunya apremiando a que el Govern se dedique a gobernar y que, en relación con nuestra comarca y ciudad atienda: al retorno de lo expoliado a la sanidad pública y la dotación de recursos: personal suficiente para el Taulí, el CAP de Can Llong-Castellarnau, el regreso de la oncología infantil al Taulí, el 25% para la Asistencia primaria, pediatra en todos los CAP, la construcción del hospital Ernest Lluch; que los responsables políticos de las muertes evitables en las residencias, no se vayan de rositas; el inicio de la construcción de la residencia pública en Sabadell; la eliminación de barracones construyendo sin más dilaciones los institutos de l’Escola-Virolet; Arraona, Narcisa Freixas; la dotación de plazas de FP para cubrir la demanda; la rehabilitación de los 170 viviendas dels Merinals; decidir si el SurfCity es aceptable ecológica y sosteniblemente con el Ripoll; descartado el Quart Cinturó, asumir la voluntad de los municipios para unir el Vallés Occidental con el Baix Llobregat y definir el trayecto de la Ronda Nord con los ayuntamientos y entidades ecologistas; calendarizar la línea de los FGC hasta Castellar y Granollers; eliminar el amiguismo partidista por razón del partido; salir del vagón de cola de las CC.AA para satisfacer a personas acogidas a la Ley de dependencia; acabar con la estéril y segregacionista disyuntiva independentistas/no independentistas y constituir una mesa de diálogo en Catalunya con los partidos democráticos (lo que es exigible para España, lo es para Catalunya) entendiendo que Catalunya, afortunadamente, es esencialmente una sociedad plural, mestiza y multicultural.
En Sabadell, tras dos años de pandemia que han ralentizado los ritmos de actuación, existen temas que requieren iniciarse, continuarse o implementarse: avanzar en la construcción de las viviendas sociales previstas; el reglamento de participación ciudadana; la finalización de la fase del Parc del Nord; la hoja de ruta del desamiantado de la ciudad; el Polideportivo del Merinals; consensuar el modelo de ciudad urbanístico, cultural, social, económico con especial atención a la cohesión y exclusión social; agilizar los trámites burocráticos para facilitar la vida a la actividad de la ciudadanía y entidades; la implementación de un plan de ocio; la mejora del mantenimiento y limpieza de los espacios públicos y la seguridad ciudadana; el Portal Sud; aprovechar inteligentemente la oportunidad de la capitalidad cultural; el plan de locales para entidades sociales; el mercado de Campoamor; alcanzar un consenso de partidos y sociedad, sin perjuicio de la necesaria crítica política, para trabajar en pro de la ciudad en aquello que la benéfica superando el no por sistema. Es el Govern municipal como representante democrático de la ciudadanía quien debe liderar y ser referente en las estrategias globales y actuaciones particulares en todo lo que afecta a Sabadell.
A la ciudadanía, nos toca tomar conciencia del poder que tenemos, porque, en definitiva, los políticos/as que adoptan decisiones, los ponemos/quitamos nosotros/as con nuestro voto, lo que nos convierte en corresponsables de lo bueno y de lo malo que hacen. Y eso requiere cierta capacidad crítica que se adquiere contrastando opiniones y poniendo en cuarentena la información/desinformación interesada y partidista. Un buen ejercicio de reflexión es cuestionar lo evidente y buscar respuestas, más allá de los cauces reglados, que ayuden a adoptar decisiones, sin sectarismos, con un mejor conocimiento de causa.